El arancel general del 20% a los productos de la Unión Europea anunciado este miércoles por el presidente norteamericano, Donald Trump, podría suponer un golpe para las bodegas españolas, para las que este mercado es el segundo mayor destino de exportación en general y el primero en el caso de los vinos espumosos, representando,  aproximadamente, un 13% de las ventas exteriores totales. Al respecto, en 2024 se exportaron 97 millones de vinos por un valor de alrededor de 390 millones de euros.

Para el director general de la Federación Española del Vino (FEV), José Luis Benítez, “los aranceles están totalmente injustificados en el caso particular del vino si tenemos en cuenta que actualmente la diferencia arancelaria que hay entre las tarifas que aplican la UE y EE.UU. es mínima. Esta medida perjudicará a las bodegas españolas y europeas pero también a los consumidores estadounidenses, que consumen más vino del que producen, y provocará incertidumbre económica y aumento de precios en Estados Unidos y en la UE”. 

Por otro lado, Benítez señala que los nuevos aranceles agravian especialmente a las pymes, que son el 99% de las bodegas españolas, ya que tienen menor capacidad para diversificar sus exportaciones y dependen más de los principales mercados de exportación, además de que tienen menor capacidad económica para afrontar un contexto complejo como este. 

“El mercado de EE.UU. es fundamental para la sostenibilidad económica del sector vitivinícola de la UE y no existe ahora mismo un mercado vitivinícola alternativo que pueda compensar la pérdida. Desde el sector instamos a los gobiernos a redoblar esfuerzos y abogamos por eliminar total, inmediata y simultáneamente todos los aranceles sobre el vino en ambos bloques y acelerar cuanto antes la ratificación de otros acuerdos como el de Mercosur que faciliten la diversificación de mercados en un momento trascendental”, concluye el presidente de la FEV.