La Taberna Vikinga se renueva sin perder su esencia

La nueva gerencia ha querido mantener su personalidad puliendo algunos detalles, tanto en lo estético como en su oferta gastronómica

La Taberna Vikinga se renueva sin perder su esencia

Vista: La nueva gerencia de Taberna A Vikinga ha querido mantener su personalidad puliendo algunos detalles, tanto en lo estético como en su oferta gastronómica. “Es una sorpresa constante”, proclama Fran Ulla, su nuevo responsable. Porque “desde fuera ves una casa pequeña con su parra; entras y te encuentras un espacio de barra amplio. Sigues avanzando y entras en un comedor muy grande, con un estilo vintage y después aún está la terraza trasera, que nosotros quisimos convertir en un patio gallego, con sus plantas, su fuente…”. Cuatro ambientes que en realidad son uno.

Nariz: Los aromas a la comida “de siempre” impregnan el local; y no es una frase baladí porque en A Vikinga siguen mandando los clásicos que han hecho famoso al establecimiento: los pinchos morunos y los chipirones encebollados. El afán de Fran Ulla por ser inclusivo a todos los niveles le está llevando a pulir la oferta para que esté adaptada a las intolerancias y alergias más comunes. “No queremos limitar la experiencia y tener problemas cuando son fácilmente solucionables”, proclama este joven chef formado, entre otros, en Asador O Pazo. 

Boca: Continuar con la idea de “taberna” era uno de los objetivos de la nueva gerencia, si bien se ha querido ampliar la carta intentando así acercarse a nuevos públicos. De esta forma, los clásicos de la casa conviven con propuestas más “gourmet” como unas anchoas Sanfilippo con pan y tomate, una Cecina con galmesano, un Brioche negro de paleta o un Rape frito con tártara. Para acompañar, además de pan de Pan da Moa, una selección de vinos eminentemente gallegos donde no falta un espumoso ancestral de Albariño.

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