El CSIC investiga el mejor aprovechamiento del medio marino

Dos tesis doctorales buscan una mayor inmunidad del mejillón y un modelo innovador de producción

El CSIC investiga el mejor aprovechamiento del medio marino

El estudio sobre la respuesta inmune del mejillón corresponde a la tesis realizada por Antonella Panebianco Barreiro, graduada en Biología (2018) y Máster en Genómica y Genética (2019) en la Universidad de Vigo.

“El mejillón es un bivalvo de gran importancia ecológica y comercial, que depende de la inmunidad innata mediada por hemocitos y efectores humorales para defenderse de patógenos. Tradicionalmente, la investigación se ha centrado en los hemocitos presentes en la hemolinfa, mientras que otros compartimentos biológicos han sido poco estudiados, a pesar de que contienen células y proteínas clave para la respuesta inmune”, explica Antonella Panebianco Barreiro.

Por ello, el objetivo de la tesis era avanzar en el conocimiento de dos compartimentos para entender su papel en la respuesta inmune, especialmente frente a la infección por Vibrio splendidus.

Los resultados principales muestran que el líquido intervalvar del mejillón gallego contiene células similares a los hemocitos de la hemolinfa, lo que sugiere que funcionan como una primera barrera de defensa. “Estos resultados amplían el conocimiento sobre la inmunidad del mejillón mediterráneo, destacando la relevancia de explorar compartimentos menos estudiados para entender mejor sus mecanismos de defensa frente a patógenos y estrés ambiental”, valoran los directores de la tesis.

Asimismo, otra tesis realizada por Gonzalo Del Olmo Berenguer, graduado en Biología (2017, Universidad Autónoma de Madrid), con un máster en Microbiología (2018, Universidad Autónoma de Madrid), se centra en el ámbito de la acuicultura sostenible, presentando un modelo innovador de producción basado en la cooperación entre algas y bacterias marinas. El estudio demuestra que el alga verde Ulva ohnoi, en simbiosis con la bacteria marina Phaeobacter inhibens 4UAC3, reducen la proliferación de patógenos. Este enfoque multitrófico aprovecha los residuos generados por los peces para alimentar a las algas, que a su vez oxigenan el sistema y producen biomasa. Al incorporar bacterias beneficiosas de la microbiota natural del alga, se crea un entorno menos propenso a enfermedades.

“Queríamos ir más allá del uso del alga como simple biofiltro. Al considerarla como un holobionte, es decir, una unidad ecológica, formada por el alga y sus microorganismos asociados, pudimos diseñar estrategias más precisas para reforzar su papel como control microbiológico el sistema de cultivo”, explica el autor. El sistema, probado a escala de laboratorio, logró mantener un equilibrio funcional entre producción de biomasa algal, mantenimiento de la bacteria beneficiosa y control del patógeno.

“El siguiente paso de la investigación será escalar el modelo a nivel piloto en condiciones reales de cultivo, donde los ciclos de nutrientes y la dinámica microbiana son más complejos. A largo plazo, esta propuesta puede contribuir a una acuicultura más circular, resiliente y respetuosa con el medio ambiente. El modelo presenta varias ventajas: diversificación de productos (peces y algas), reducción en el uso de tratamientos químicos, ahorro en costes de depuración de agua y una mayor resistencia del sistema frente a enfermedades. Todo ello lo posiciona como una alternativa viable para avanzar hacia una acuicultura eficiente y sostenible”, valoran los directores de la tesis.

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