Cuando una ventana se cierra… llega Catavento

La pequeña huerta para consumo propio con que cuenta la finca aporta sus aromas a hortalizas y vegetales, que se complementan con la frescura del río

Cuando una ventana se cierra… llega Catavento

Vista: Tras una fulgurante y exitosa trayectoria en A Xanela Gastronómica, Víctor Otero y Gelo Martínez toman las riendas de Catavento Garden Gastro, una emblemática finca de 12.000 metros cuadrados con múltiples posibilidades: desde los espacios abiertos del jardín a una bodega subterránea, un pilón, una terraza que da al río o el edificio principal, obra del arquitecto Antonio Palacios y cuya distribución marca la propuesta gastronómica. 

Nariz: La pequeña huerta para consumo propio con que cuenta la finca aporta sus aromas a hortalizas y vegetales, que se complementan con la frescura del río (en invierno, llega a subir tanto su caudal que incluso inunda la planta baja del edificio). Dentro, un horno para pizzas –pensadas para el público infantil o un comensal más informal– también embauca con sus fragancias. 

Boca: De perfil más gastronómico que A Xanela, en Catavento se manejan dos cartas: una para la parte exterior, con propuestas tradicionales y pensadas para compartir, y otra para las dos plantas de comedor del edificio principal, separadas por la cocina. En la superior, en invierno, se ofrecerá menú degustación y no faltarán clásicos de la casa como el tartar de atún rojo Balfegó, el steak tartar o el carpaccio de vaca madurada de Discarlux, sin olvidar el pulpo, las vieiras, el rodaballo salvaje o los chocos. 

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