Este verano la gastronomía gallega tiene un nuevo festín, en este caso en O Grove. Se trata de la llegada de Chichalovers, el  reconocido proyecto compostelano con raíces rurales que abre un pop-up estacional dentro de la conocida arrocería A Lanzada con el objetivo de acercar los sabores tradicionales de aldea a nuevos públicos, sin renunciar a la calidad, proximidad ni a su identidad.

Chichalovres es más que una bocatería, es el resultado de una cadena productiva que comienza en su propia ganadería en Santa Comba, continúa en la carnicería del Mercado de Abastos de Santiago, y llega a los comensales a través de un formato contemporáneo y accesible, basado en bocadillos de chicharrones y chorizos de elaboración propia. Su apuesta por la calidad ha merecido el reconocimiento con un Solete Repsol, así como el Certificado de Artesanía Alimentaria de la Xunta de Galicia, que acredita su compromiso con la producción artesanal y la materia prima de proximidad.

Su nueva propuesta estival se presenta a través de una carta reducida, que incluye tres de sus referencias más demandadas, una opción vegetariana, y (como en todos sus puntos de venta) toda las referencias disponibles sin gluten; con la idea de que los productos lleguen a todos los públicos, sin perder calidad ni esencia.

“Nuestra intención es recuperar los sabores de la tierra, darle valor al producto local y reinterpretar las recetas tradicionales”, explican los fundadores del proyecto. “Queremos demostrar que un bocadillo puede ser algo más: puede contar una historia de territorio, de respeto por el producto y de orgullo por nuestra cultura gastronómica”, afirman Darío y Graciela.